Retrasomix

Foto carné hecha a mi pequeña para matricularla el próximo Septiembre a la guardería

¿Se puede ser más bonita, más graciosa y más sonriente que mi pequeña Luna Lunera?
Ya me contesto yo: No, no se puede!!
¿Y caminar con más brío y simpatía?...pues tampoco. Prometo video en cuanto las agujas del reloj dejen de perseguirme a todas partes (no sé qué tirria han cogido conmigo, oye...pero son inhumanas las muy pesás).

A parte de esta foto, las celebraciones de su primer cumple dieron para unas cuantas más, que no pongo por aquí por no aburrir, pero sí os aviso de que están ya en el momentos syl (aquí a mi derecha) para quien quiera entretenerse.

Mi bebé deja de ser bebé y a mi me cuesta asimilarlo. Me encanta verla crecer y aprender mil cosas nuevas cada día...pero ays dios!! que cierro los ojos y ya la veo yéndose de casa!!!
Esto pasa muy rápido y yo quiero vivirlo todo tanto, que necesito más horas, más días, más y más y requetemás. La etapa de enamoramiento continuo y en crecimiento es algo adictivo, pero es magnífico disfrutar de saber que este es un enganche que no acabará jamás. Qué amor tan incondicional y tan puro!!...

Pero no solo de amar se alimenta aquí la menda lerenda, que ya fui a la fiesta sorpresa a Paris y volví (recordando únicamente una cuarta parte del fin de semana, es lo que tiene no haber bebido absolutamente nada en practicamente 2 años), ya estamos organizando la siguiente (es lo que tiene ser de la quinta de los cuarentaañeros e ir todos unos detrás de otros), ya volví a reencontrarme con mis montañas de casa (es lo que tiene vivir cerca de ellas y haber aburrido el asfalto) y ya estoy casi yéndome el último finde de mes con mis amigas a Benidorm (es lo que tiene ser una lianta).

Y no tengo tiempo ni para respirar, pero menos mal que aún respiro cuando corro y que sigo corriendo a pesar del poco tiempo y de los calores. Todo porque estoy deseando volver a disfrutar del Bartolo el próximo 10 de Julio (es lo que tiene adorar la carrera en la que corrí montaña por primera vez), donde espero, como cada año que he ido, reencontrarme con un montonazo de amigos y pasarlo teta (este símil lo he aprendido de mi niña, que como la teta, ya he visto que hay pocos disfrutes en esta vida).

Ps: hablando de tetas, os cuento una anécdota brutal de la fiesta en los parises (65 invitados). Yo (y todos mis amigos) con un pedo del 15. Mis tetas a altas horas de la madrugada estaban para reventar (y Luna a mil y pico kilómetros). Decido (semiinconscientemente) irme al servicio de la sala con el sacaleches y con una amiga mía de Bilbao para charlotear mientras le daba a la manivela. De allí no salía ni aire, así que ni corta ni perezosa, mi amiga decide ayudarme con un boca a boca (boca a teta mejor dicho). La puerta del váter sin cerradura se abre y tachan!!! a partir de ese momento, fuimos las reinas de la fiesta!!!