Mami panchitaaaa ♪♪♫♫

He pegado ya tantas charlas sobre tantas cosas (noooo...que vaaa), que quizá ya no recordaréis a mi niña Amy; así que voy a volver un poquito atrás (brevemente, espero) y explicaros el porqué de mi felicidad este pasado fin de semana.

Hace nada menos que 13 años fui a vivir a Inglaterra por un año. Fui como au-pair pero acabé viviendo como una reina, en una casa de ensueño, con una familia de ensueño y pegándome la vida padre (bueno, mi única tarea era jugar con los niños por las tardes, cosa que por supuesto no me costaba nada hacer e ir a clases de inglés por las mañanas).

Amy (8 años entonces) y Joe (11) fueron para mi como unos hermanitos pequeños a los que adoré, malcrié, enseñé muchas canciones y tonterías en español y volví a ver, 10 años después.

Los dos tienen ahora mucho que ver con España. Amy está viviendo en Madrid por un tiempo y trabaja como profe de inglés y Joe tiene a su mejor amigo en Asturias (con el que estudió en Oxford), por lo que viene por aquí muy a menudo.

Nos escribimos casi todas las semanas y nos seguimos llevando como si fuésemos familia. Les quiero con el alma y nuestra relación es muy especial. A veces pienso que algo debí influirles a los dos aquel año cuando ella adora tanto este país y él debutará el próximo mes de Abril en el maratón de Paris (igual que hice yo).

Amy vino a verme este fin de semana y lo pasamos en grande juntas. Sigo viéndola como mi niña pequeña (me es inevitable) y ella a mi como una mamá mayor (esto ya sé que es más inevitable todavía porque mayor soy desde hace tiempo y mamá lo seré en breve).

La subí a la creu del cardenal (en mi querido valle de la Murta) y alucinó (tanto de las vistas como de las cuestas; en un momento dado, entre trago y trago de agua me preguntó:

Is it normal that a five months pregnant woman raises mountains?...

yes, of course, here in Spain women are very strong!

strong or crazy?). Uys...que pregunta tan difícil!

Fuimos a la playa y cogimos conchas para hacerle un cuadro a Luna.

Salimos de fiesta con mis amigos y bailamos hasta cansarnos.

Hablamos de ella, de mi, de los buenísimos recuerdos que tenemos de su mamá (que murió y también lo conté por aquí), de la vida y de los sueños. Me dió penita despedirla el domingo, aunque tanto ella como Joe han prometido volver cuando nazca Luna. Y sé que lo harán.

Hablando de Luna (mira tú por donde), ayer me hicieron una ecografía-video preciosa, donde pude verle la carita, cómo bostezaba y cómo se movía sin parar. Entré en el ginecólogo con mala cara (por mi dolor de mandíbula tras el arranque de una muela el pasado lunes) y salí entre nubes de algodón y baboseo (todos los males desaparecieron a la velocidad de la luz). Ays dios!!...que me la voy a comer a besos!!!. Mi chiquitina ya pesa 517 gramos!!!
Sin haber celebrado aún mi cumpleaños (que por cierto, es hoy día 21 de Enero), tengo claro que ése será este año mi mejor regalo.

Ps: en mi próximo post, prometido presentaros a Lunita.