101kms Ronda II

Tras un desayunote de escándalo, con los amigos Plum, Pallenis, Micenas y mi compi de carrera, el Krisma (de ahora en adelante, GP...no por las motos, sino por ser el gordo pesao), nos dirigimos entre nervios, risas, ilusión y charlas hacia la linea de salida.

Las calles repletas de duatletas y ciclistas con sus bicis, de equipos vestidos igualitos, de cientos y cientos de corredores con sus camelbacks, riñoneras y gorras. El día amenaza caluroso pero al menos nosotros, ya vamos untados hasta las cejas, de protector solar.

La llegada al campo de fútbol es impresionante. Los pelos como escarpias, los nervios a flor de piel, la sonrisa en los labios y el acojone en la mirada...señores...¡¡¡qué super festival de colores!!!...increíble!!!

Nos acercamos a la portería de fútbol donde hemos quedado para la foto y empieza la marea extraordinaria de saludos, abrazos y besos.

Conocer a tantísimos amigos nuevos y ver a otros ya conocidos en tan sólo un día, me obliga a no atreverme a nombrarlos, porque tal como me llega habitualmente el riego, estoy segura de que olvidaré a muchos...y no quiero.

Pero de uno en concreto sí he de hablar por cojones...pues a parte de mi compi el GP, también a él le tuve presente durante la mayor parte de la carrera.

Ese fue el amigo Quinti.

Por un lado, a Quinti hacía dos años (desde el maratón de Sevilla07), que no le había vuelto a ver...y mis ganas de reencuentro eran infinitas...y sé que las de él también.

Por otro, aquí la menda lerenda, tuvo un tirón/fisura/contracción o lo que leches fuese, hasta hace un mes, que la obligó a dejar el gimnasio (pues estaba situado concretamente debajo de las costillas y cada sobreesfuerzo me agudizaba el dolor) y que le duró nada menos que dos meses.

Ambas cosas se juntaron en una...y como si de una película a cámara rápida se tratase, de la alegría al verle, me abalancé sobre él para abrazarle...él a su vez, sacó toda la fuerza del mundo mundial para subirme a las nubes...y a mitad camino entre el suelo y el cielo...mi costado semi-curado hizo "rrrrrrrrrrrrraaaaaaaaaaacccccccc"...y si aquello tenía posibilidad de alargarse algún milímetro, se alargó todos.

Me aguanté y me callé y durante el tiempo que faltaba para iniciar la carrera, mientras charlaba con unos y otros, no hice más que masajearmelo y tocarmelo pensando (erróneamente), que en cuanto calentase motores, el dolor se iba a ir de paseo a Torremolinos. Ilusa!!!

Y tras esta pequeña introducción, aquí es donde empieza la odisea de "como cascarse 101kms sin parar de porculear por un dolor de costado", en 4 partes.

1ª parte: Desde Ronda hasta el km 23

11h de la mañana. La salida de Ronda es espectacular. El público grita, aplaude, anima. El GP y yo empezamos andando, pero a los pocos metros nos puede la euforia y ya vamos trotando.

Sentimos las ganas de rondear a flor de piel y la ilusión es tremenda, pero mi puñetero costado lesionado, no para de darme la murga, por lo que ya desde el mismo principio mi frase más repetida es: "joder, qué rabia...con lo bien que me siento y el daño que me hace esta mierda".

Antes de seguir contando más cosas, he de reconocer públicamente, que en esta ocasión (nuestra 3ª aventura compartida), el GP (mi melli el Krismi), ha tenido que sacar paciencia no sé ni de dónde para aguantarme, porque os puedo prometer, que yo, rabiosa, soy lo peor...y rabiosa pasé hasta exactamente el km 63.6.

Ahora, eso sí, no veais si hay que ser pesao, para estar viendome jodida del dolor...y él, no parar de decir:

"joder, compi...cuentame algo"..."joder, compi...pues vaya rollo ir contigo sin hablar"..."joder compi, no te tapes el culo, que sino no me motivo" (como si eso pudiese darme risa!!!!)...etc (este etc significa...Eternas Tonterías de Capullo).

Casi sin parar de correr (excepto en las subidas), llegamos al avituallamiento "circuito ascari".

No recuerdo ya cuanto tiempo tardamos, pero sí sé que el calor apretaba de lo lindo, que la gente se apelotonaba a la sombra para comer lo que ofrecía la organización y que mi compi y yo nos chimpamos un donuts, que no fuimos capaces de digerir hasta lo menos 3 horas después.

Justo al salir del avituallamiento, nos encontramos con el Quinti. Nos comenta que no va muy bien. Le acompañamos un rato y le intentamos animar a continuar con nosotros, pero los calambres han empezado a hacer mella en él y prefiere seguir andando.

Le cuento porqué no puedo ni hablar (su abrazote mañanero) y el pobre se desvive por solucionar mi situación. Me deja radio salil y siento por fin algo de mejoría. No sin penita al dejarle, decidimos seguir corriendo, pues a estas alturas de mis dolores y kms, he observado que me duele más el costado si camino que si corro.

2ª parte: km 23 hasta Setenil (km57).

De esta parte recuerdo con emoción la llegada a Arriate, donde el pueblo entero te anima sobremanera. Nos seguimos encontrando bien y corriendo siempre que podemos.

Pero todo cambia de color cuando llegamos a la temida subida, justo cuando nuestros relojes marcan las 3 de la tarde. Tela marinera como cae el Lorenzo!!!. Vamos poco a poco para arriba. Yo sigo alucinada de sentirme tan bien (a pesar del dolor de costado), pero no disfruto de lo que veo porque el panorama es muy desolador. Muchísima gente con pájaras buscando una pequeña sombra donde tirarse, el sonido de las ambulancias, corredores casi inconscientes siendo atendidos, llamadas por móvil pidiendo ayuda.

Se hace interminable la llegada al 40, donde por fin el camino llanea. Nos econtramos al amigo Busti, que va agobiado también por el calor. Mi compi empieza a sentirse muy bajo de fuerzas y no quiere correr. Supongo que mis entrenes largos en Valencia durante las horas de más calor, me tienen anestesiada, porque yo me sigo encontrando como si acabase de empezar.
Las horas van pasando, el sol va cayendo y mi compi, volviendo en sí.

Creyendo que Setenil y la parada larga está al caer, volvemos a correr con energía...pero lamadrequelostrajo, menuda cacho vuelta nos hicieron pegar para llegar!!!...

La parada en Setenil se nos alarga. Entre ponerme un super bocata (por si acaso y por mi condición de vegetariana, llevo mi propio mejunge...; bien que hice, que los sandwiches como siempre, eran de jamón york), cambiarnos los calcetines y coger la ropa para la noche, salimos de allí a las 8h50 de carrera.

3ª parte: km 57 hasta el cuartel (km77)

La parada tan larga debió enfriarme el dolor costal, porque arrancar de nuevo me costó dios y ayuda...Tuve momentos en los que me faltó ponerme a llorar de lo que me dolía. En cuanto las subidas lo permitieron, volvimos a correr, deseando encontrar pronto el avituallamiento siguiente donde pedir otro poco de reflex.

Y allí sucedió el milagro. En ese km 63.6, donde no sé si es que se unieron todos los astros, si mis lamentos habían llegado a oídos del omnipresente o si el reflex venía mezclao con epidural, pero a partir de ahí, me dejó de doler.

Aún había luz y con mi mejoría, vino el hambre...y con el hambre, mi deseo de correr para llegar pronto al cuartel (km77) y cenar. Por eso, cuando el GP me dijo que él no quería parar a cenar, decidí que lo mejor era arrearmela a toda castaña y esperarle allí mientras cenaba con tranquilidad. Y eso hice. Corrí, corrí y corrí, como alma que se lleva el diablo. Disfruté de la caída del sol, de mis primeras zancadas a la luz del frontal, del encuentro con amigos por mitad camino (las hermanas de Castellón, Ivancito, el Busti)...y cuando al llegar al cuartel, pensé que me iba a poner como el tito de tanto zampar...¡¡¡¡meeeeeeeeeeeeeeecccccccccccc...errrroooooorrrrrrrrr!!!...¡¡¡todo era para carnivoros!!!!!!!!!!!!!!...(bueno, menos unas patatitas fritas que fue lo único que comí).

El GP apareció poco después. El mamón había vuelto a la emoción cientounera y había corrido a menos de 5min/km para alcanzarme!!!!...(dios!!!...qué cuentista y llorica es el tío!!!).

última parte: Del Cuartel hasta meta.

Salimos con las pilas cargadas, en dirección a lo peorcito de la carrera, el bucle a Benaojan, con esos kms de subidón hasta la Ermita. Acompañados durante bastante trozo por el amigo Javier (cientounero), conseguimos llegar sin muchos problemas arriba y bajar de la Ermita, con muchos menos. El GP estaba eufórico y en cambio aquí, mis fuerzas iban ya de capa caída.

Como no podía ser de otra manera, empezó a hacer cálculos aritméticos (mira que se pone pesao cuando se ve capaz de conseguir un tiempo y quiere cumplirlo) y a darme la paliza diciendome que podíamos bajar de 16 horas.

Mil veces le dije que yo pasaba ya de acelerarme, de correr, que me daba igual 16, que 16.30...pero nada, que no había forma de convencerle...

"va compi, corremos otros 5 minutitos..."..."va compi, corremos cuando lleguemos al asfalto"..."va compi, que podemos conseguirlo seguro...en una hora nosecuantos, a nosecuanto el km y por nosecuantos minutos, llegamos fijo"...¡¡¡¡¡pesadillaaaaaaaaaaaaaaa de tíooooooooooo por diosssssssss!!!!!!!!

Y así, entre discutir, correr y andar a mil por hora, llegamos a la famosa (y última) cuesta del cachondeo, donde nos encontramos con Pardao y otros compañeros más. Donde ya las ganas de llegar a meta eran superiores al propio esfuerzo y nos ayudaban a continuar. Donde decidí repentinamente (al llegar a la cima), que faltando 8minutos aún para las 16horas, podíamos intentarlo.

Faltaba sobre 1km. Se me reventó la única ampolla que llevaba. Mientras notaba cómo el líquido se esparcía por el resto de dedos de los pies, me vine arriba...muy arriba...tan arriba, que la altura de mi compi se puso a mi nivel...o la de él al mío. No lo sé. Sólo sé que me sentí tan fuerte como Sanson...como si todavía no hubiese empezado siquiera. Sentí que la complicidad con el GP era total y que por él iba a hacer el esfuerzo. Sentí que podíamos. Sentí que sentíamos Ronda ya en nuestro bolsillo...y empezamos a correr como locos. Esprintando. Sonriendo. Y los gritos y los ánimos del público en la Alameda del Tajo, casi las 3 de la madrugada, llegándonos a lo más hondo del alma. Yo descontando..."compi...llevamos 15.56, compi, 15.57, compi, 15.58"...Me superaban la emoción y las ganas de llorar. Sentía el ahogo que producen las lágrimas antes de asomarse a los ojos. Sentí la mano de mi compi cogiendo la mía...y la entrada al parque...y el pitido del reloj al pararlo en 15.59 y el abrazo al pasar el arco de meta y las sonrisas de los soldados...y mi felicidad...y mis lloros.

El 3er reto del equipo de los mellis, conseguido. Compi, gracias. Te quiero mucho. Ha sido una dura prueba, compartida y disfrutada contigo al por mayor. De corazón, gracias.

Ps1: gracias infinitas a todos por vuestros mails, sms, llamadas. gracias a Plum (por todo) y su familia (por ser tan encantadoras), gracias a Josero por tanta bondad, gracias a Cris (novia del Busti) por los ánimos, gracias a Emilio, Eva y María por tan buenos momentos, gracias a PacoJ por estar en todas partes animando, gracias a todos los que pude saludar antes, durante y después de la carrera, por las sonrisas y el cariño (a los que lo conseguisteis y a los que no, a los que os salisteis, como Xbilbo y a los que repetisteis otro año más). Gracias Ronda, por tus 101kms de vida.

Ps2: perdón por el ladrillazo, pero es que quería recordarlo todo por mucho tiempo.

Ps3: en mi próximo post, pondré el resto de fotos. De mi lesión costal deciros que hoy he estado a base de ibuprofeno, pero imagino que poco a poco irá a mejor (espero que no me dure dos meses como la anterior vez!!!).