Adelante mis valientes!

Como cada primer viernes de mes, volvimos a tener la cena de chicas. Esta vez fue en mi casa y a parte del cenote con el que casi reventamos (que cociné para un regimiento...qué bruta soy!!), organicé una reunión de "tapersex". Las risas y el festival salidorro duró hasta altas horas, pero ésta es la única foto que os puedo enseñar. Lo siento, pero es que esto es inevitablemente "private for women".
Como podéis ver, el arsenal que llevaba la chica de la maleta roja, fue digno de ver, de probar y de disfrutar. No dudéis en organizar una reunión de estas con amigas, que os reireis lo que no está escrito.

Como niña buena que soy y pensando en aquello de que "la que está bien para ir de fiesta, ha de estar bien para madrugar", tras pasar el resacón del sábado, me levanté el domingo para ir a la II carrera de montaña de Oliva de 30kms...con un sueño, que fijo ni tienen las tortugas hivernaoras en sus horas punta!!

Nunca había ido a una carrera con tan pocos participantes, supongo que como todo, tiene su lado positivo y su lado negativo. El positivo, quizá, que quedé 4ª de mi categoría con 4h30min, sin enterarme hasta cruzar meta; lo negativo, pues que me perdí unas 6 veces por esas montañas de dios y eso que estaba bien indicado con los plásticos blancos y rojos que veis delante de mi en la última foto (pero es que ir sola la mayor parte del recorrido, me evadía tanto, que había momentos en que perdía el norte, no me fijaba en los plásticos y al final me perdía yo).

Pasé un calor del copón, la carrera era bastante más dura de lo que pensé en un principio (y de lo que ponía en el gráfico de desnivel...que pa mi, debieron dibujar a mano alzada) y si encima por error, te dicen en los 3 últimos encuentros con la civilización, que vas por el km25, pues no os quiero ni contar, lo largota que se hace.

Aún así, disfruté, me sentí fuerte y capaz y llegué a meta "tan campante" (hoy, por cierto, sin agujetas ni nada).

Esta ha sido mi manera de celebrar el fin de semana de la mujer.

"Qué valenta!!" (valiente en valencià), me repitieron más de 20 veces durante la carrera. Os puedo asegurar que no pudieron decirme mejor piropo, que si hay algo que me siento antes de cualquier otro calificativo, es valiente...y no por correr, una o mil montañas, no, ni por cometer infinitas locuras, tampoco,...sino por quererme como me quiero, disfrutar de lo que sé que me hace feliz sin miedos ni tapujos y por atreverme siempre a sacarle los colores y la lengua a la vida.

Ps: felicidades a todas las mujeres valientes.