El 7º cielo

Podría caer en el tópico y comentar que las vacaciones se me pasaron volando...pero...mentiría...

Estas 3 semanas para mi han sido como 3 vidas seguidas.
3 lugares totalmente diferentes, con amigos diferentes, con emociones diferentes.

He vivido mucho, me siento llena de sensaciones y momentos, que guardo todavía a flor de piel. Los guardo con mimo y caricias, para ir reviviendolos mientras el desfibrilador sigue su camino de reanimación.
Espero me devuelva entera a la realidad del día a día.

Empezaré por el final, que fue el pasado sábado y es lo que ahora más ocupa mi mente.

JUNGFRAU MARATHON
(video resumen con fotos y videos. Poneos los ariculares y disfrutad de la música y del paisaje).



Preliminares

"Qué suerte tengo siempre, Mer!!"... le dije a mi hermana, a lo que me contestó… "no te equivoques Syl, no es que tengas más o menos suerte que los demás…es simplemente por como tú lo vives todo. Ser optimista es vivir sintiendo suerte en todo lo que se hace".
¡¡¡Qué suerte tengo de tenerlas a ella y a mi sobri en mi vida!!!...

Tras unos días viajando por Suiza, llegó el ansiado aunque poco recordado viernes. Recorrer ciudades, coger trenes, hablar, reir, caminar, subnormalear, escuchar a mi sobri repetirme hasta la saciedad: “tía, sempre pareixes una xiqueta” (pareces una cría; ya ves…y ella con 6 años!!!)…llegamos a Interlaken.
Entre las impresionantes vistas desde el tren (jamás 2 horas de ruta –Lucerna a Interlaken- me dejaron tan boquiabierta) acercándonos al Jungfrau, mis dolores psicológicos apareciendo por todas partes (ays Mer, que me duele un cuadriceps, ays Mer, que me duele un dedo del pie…ays Mer, que me duele una rodilla…) y el super susto de nuestra vida al llegar a la estación (un carro eléctrico portamaletas atropelló a mi sobri
–quedando únicamente en rasguños y golpes-), me hicieron revolucionar todos los nervios y neuronas.
Para acabar de mejorarlo, decidimos aprovechar la tarde soleada subiendo en tren al Jungfraujoch…recorrido por el que fui viendo todas las subidas que me esperaban al día siguiente. Miedo, no sé si se aproxima a lo que sentí exactamente…Terror, igual sí.

Tras recoger el dorsal, cenar en la pasta’s party, aplaudir un rato a la élite, fuimos prontito a dormir, que tal como suponía, la noche iba a ser muuuuuyyyy larga.
Antes de encomendarme a todos los santos, rezar el jesusitodemivida y leerme tropecientas veces la revista de la carrera, mis chicas me premiaron con una sesión de relajación que bien quisieran hasta los deportistas olímpicos.
Cada una me masajeó una pierna…luego mi sister me hizo reiki por todo el cuerpo…después mi sobri me dio besos de suerte desde los pies hasta la cabeza. Besaron las dos mis zapas y hasta Dody (el osito de Julia), me besó en la boca.
Imposible no tener suerte.

No llegó a sonar el despertador. Soñé una y otra vez que me dormía y llegaba tarde…así que cuando desperté y ví que no era así, me levanté emocionada, ilusionada y con unas ganas de correr, tremendas.

Bajé a desayunar sola y me llevé una sorpresa increíble cuando vi que todos los que me rodeaban eran españoles (casualidades de la vida ir a parar al mismo hotel), pero más todavía, cuando la única chica del grupo (eran todos los que viajaban con sportstravel), me miró y me dijo: ¿tú eres la monjita, no?...
Apaga y vámonos!!...se me atragantaron las tostadas!!...
(Miren Idoia, un placer enorme conocerte. Mi sister me dijo que te vió durante la carrera y que ibas genial. Enhorabuena campeona y gracias por tus ánimos mañaneros, que me vinieron geniales).

EL MARATÓN

Fui andando tranquilamente (andé despacio, que tranquilas no tenía ni las pestañas). Hacía un día espléndido.
Llegar al grandioso parque de césped verde y verlo lleno de corredores, me emocionó ya sobremanera.
Dejé la mochila en los camiones, meé 4 veces en 45minutos y faltando 15, fui a la línea de salida.
El ambiente era espectacular. Globos, confeti, el himno de Suiza, grupo de spinning, música…

Observo a la gente de mi alrededor y de repente veo que el chico que está a mi lado lleva una pulserita con todos los tiempos de paso que ha de hacer para acabar la carrera en 6h. Empiezo a agobiarme…
“joder…pero si yo no sé ni qué ritmos he de llevar, ni donde costará más ni menos, ni qué se tardará de un tramo a otro!!”…
Decido aprenderme sus números…y allí…en plan niña del exorcista y sin que él me viera, empiezo a mirar todos los pasos cada 5kms y aprendérmelos de memoria. Me los repetí mil veces, aunque de los nervios no se me grababan ni patrás!!!!...

…Drai, Zwai, Eins…pistoletazo de salida…y salgo ya llorando de emoción (eso de tener a mi sobri en un maratón, me ha hecho llorar lo que no está escrito).

Hago los 10 primeros kms a 6’. Animación por todas partes, niños con cencerros gigantes, grupos de música, “hopp, hopp Sylvie…”. Hay que reservar fuerzas me dice un americano. De momento todo va bien, voy disfrutando del paisaje, de la gente, del asfalto llano que por lo visto, poco durará. Voy pensando que en el 20 veré a mis chicas y eso me hace muy feliz. Me da pena que la gente me diga cosas en alemán y no entenderlas. Yo no paro de decir “danke”…incluso me río al imaginar que igual alguien me está diciendo: “corres más lenta que un caracol con lumbago!”…y yo ahí, dale con el danke…

Nada más pasar el 10, vienen los primeros cuestones…de esos de los que nadie había hablado (hasta el 25, todo llano…si, ya, LOS COJONES!!). De ahí a Lauterbrunnen (media maratón), voy haciendo kms de todo tipo…igual a 6’que a 7’, pero sin dejar de correr (si es que se le puede llamar así).
Hemos pasado algunas aldeas de montaña pequeñas, con todos los habitantes en sus puertas animando de mil maneras. Las vistas son impresionantes dondequiera que mires y si a eso añado que llego al km20 y veo por fin a mis chicas, el éxtasis ya es total.
Las veo antes de llegar y ya empiezo a ahogarme…No puedo respirar bien si me emociono, por lo que intento tranquilizarme un poco aunque me cuesta. Las beso rápido, las abrazo, me gritan como locas (mi hermana en particular es una crack como animadora…NO HAY OTRA IGUAL)…y me marcho cayéndome unos lagrimones tamaño moneda 50 pts.

Paso la media en 2h16 o así, creo…y en la pulserita decía que debía pasar en 2h19, así que considero que voy bien y sigo contenta para adelante.

Hasta el 25, todo es prácticamente llano. El sol pega fuerte, pero se corre muy fresco. Me sigo sintiendo muy bien y voy muy tranquila.
Justo antes de empezar lo cañero, otro grupo de música, que me sorprende tocando “oye como va, mi ritmo…bueno pa gozar, mulata!”…dios!!...qué energía me da la música!!!...
Entramos en otro pueblecito encantador desde el que levanto la vista y veo Wengen (km30) allá a tomar por saco de alto. Puff…ahora sí que sí…

Los kms 27 y 28, con pendientes del 20%, son como un vía crucis. Se oyen las campanas sonar por todas partes, todos andando ya, vamos subiendo poco a poco. A partir de aquí hasta meta los kms van señalados cada 250m, lo cual los hace más eternos todavía. Empiezan muchos a decaer. Veo gente marearse, otros vomitar…y empiezo a asustarme al notar que llevo el corazón super acelerao. No paro, pero empiezo a subir más lenta.

Por fin parece que aquello se suaviza y se puede volver a correr. Empiezo a emocionarme de nuevo…¡¡¡estamos llegando a Wegen y llevo unas 3h45!!!...(el límite de tiempo estaba en 4h10)…y voy a volver a ver a mis chicas!!!!
Casi saliendo de Wengen las encuentro…puff…otra vez lloro de emoción…gritan como locas, ya se han hecho hasta amigos que también me animan. En el mismo instante en que mi sister me abraza, me llega la intuición…ACABO SEGURO. Me siento fuerte, bien, feliz y sobrada…aún sin saber lo que queda por venir, pienso:
“esto está hecho!!!”.

El próximo y último tiempo límite de paso está en el 37.9…y aunque las subidas no son tan fuertes, se hacen duras y pesadas…constantes e inacabables…encima viendo los carteles de 250m en 250m. Menos mal que de repente me animo con otro grupo de música que toca:

“Resistiré, erguido frente a todo.Me volveré de hierro para endurecer la piel y aunque los vientos de la vida soplen fuerte, resistiré, resistiré…”

(fui rallándome mogollón de rato, pensando si esa canción sería original del Dúo Dinámico o no).

En el 37 empiezo a tener frío. El sol ha pasado a mejor vida y las nubes y la niebla van rodeándolo todo a pasos agigantados. Me pongo la térmica de manga larga que muy acertadamente mi sister me ha hecho coger.
Llegan de nuevo los kms más duros hasta el 41. Me quedan 4,5 km o así…no es nada ya, pero
son más de las 2 de la tarde y de tanta hambre que tenía, he ido comiendo trozos de plátano y barritas en muchos avituallamientos (que los hay cada 2kms), a la vez que bebiendo isotónicos de todos los sabores y colores. Me empieza a doler la barriga y me entran ganas de vomitar. Paso un rato malo, en el que reduzco el ritmo e intento no pensar más en la agonía que siento.

Se me pasa justo cuando ya me toca subir los “highlights” que les llaman. Al ser ruta montañera estrecha, se produce un embotellamiento de corredores alucinante, por lo que nos toca ir en fila india, al ritmo del que vaya delante…que vete tú a saber quien es, pues con la niebla no veo más allá de 10 metros de mi!!!...Flipante!!!!!!!!
Estos kms que se suponía serían los más duros de todos, se me hacen hasta divertidos…vamos hablando unos con otros, parando incluso porque la fila no se mueve…y así, poco a poco, hasta que conseguimos llegar al final del 41, donde se inicia el anhelado último km, todo hacia abajo.

MECCC…ERROR!!!!!!!!!...

En la cima, una amable señora me ofrece cuadraditos de chocolate…y yo, que ya estoy azul de no comer (son cerca de las 3 de la tarde), me paro en seco, paso de todo…y me zampo unos chocolates que me saben a gloria.
Todo dios va corriendo a tope hacia abajo ya…Cuando decido hacerlo yo, me entra un super flato que me cago en el chocolate y en la madre que me parió!!!!!!!!...Paso un rato andando y apretándome en el costado hasta que se me pasa y de repente, de nuevo la música me invita a correr…esta vez suena:

“todas las promesas de mi amor se irán contigo, me olvidarás, me olvidarás,
Como cada noche lloraré igual que un niño, porqué te vas, porqué te vas…”

Y entonces sí…de ahí al final ya…
la libertad!!!!!!!!!!!!

La libertad de estar donde deseo estar, la libertad de correr como deseo hacerlo, la libertad de sentir, pensar, amar a mi gente, la libertad de llevarlos a todos conmigo, la libertad de gritar, llorar, quitarme la manga larga y no parar de darle vueltas alrededor de mi cabeza, la libertad de vivir la magia de la niebla de tan cerca, el frío de la nieve próxima…el abrazo triunfal de mis chicas.

Y las veo de nuevo…y abrazo a Mer y cojo a Julia de la mano…y corremos juntas…y chillo SIIIIIIII…y lloro…y ella sigue en sus trece de que parezco una xiqueta loqueta…
Yo le grito que la quiero. TE VUIC SUPER, JULIA.
JO TAMBÉ, TÍA…me dice…y pone una cara de orgullo tan grande cuando una niña de su misma edad me pone la medalla, que siento…que esta vez, he sido LA GANADORA DE ESTE MARATÓN.

GRACIAS principalmente a Mer y a Julia por hacerme disfrutar tantísimo junto a ellas por toda Suiza. Mi amor por vosotras, es infinito.
GRACIAS a todos mis amigos por los sms, los mails y las llamadas. Sin vosotros, nunca sería lo mismo.
GRACIAS a Juan por ser como es conmigo siempre.

¡¡¡qué suerte de teneros a todos tengo!!!

Ps: siento el tocho, pero quería recordarlo todo para guardarlo conmigo para siempre.