65,2 kms de montañas

Preliminares

Tras nuestra tardía llegada a Castellón el viernes noche y búsqueda de un italiano donde cenar y así hacerlo…empezó el acojono.
Nos habían dado la 1 de la madrugada y tanta excitación e hinchazón de estómago, no nos dejaba dormir. Añadido a eso, las palabras y las risas, nuestras mágicas compañeras para variar (aunque no las más adecuadas a esas horas), hicieron que 3h30 después, sonara el despertador y nos acordásemos hasta de Santa Bárbara sin ni siquiera haber tronado.

Decidir qué llevas en la camelback y qué dejas en 5min, es toda una locura de inseguridades. No podíamos retrasarnos más, Pi nos esperaba en la puerta del hotel a las 5am y ya se nos había ido el santo al cielo, así que sin más demoras, cogimos lo que consideramos imprescindible y nos fuimos.
Entre aparcar por el estadio, poner chip y demás, se fue acercando la hora de salida. Ver a todos los corredores allí preparados, todavía con caras de sueño a la par que de ilusión, nos llevaba a no saber ni para donde tirar…hasta que 10min antes, Cris decidió el 1er recorrido…a corretear todos al coche que se le había olvidado allí el dorsal!! cabeza!!
Saludamos a amigos de Alzira, vimos también a Josep y a Uveg…y más adelante, ya iniciando la carrera, a la majísima y cacho campeona amiga Jungla. Seguro que os fue muy bien a todos.

Sonó el disparo de salida, entre corredores, riñoneras, camelbacks, mochilas, zapatillas y sonrisas nerviosas…Era de noche todavía, pero tanto el amanecer como el amigo lorenzo, sabíamos que iban a aparecer a lo lejos en poco menos de media hora. Y así lo hicieron…pero sin miramientos.

km0 al 12,9. De Castellón a la Sierra de Borriols.

Tal como había leído en la información dada por la organización, a pesar de la dureza que pueden representar los 600m de subida de este tramo, se hizo muy llevadero. El amanecer, la brisa todavía marina, la frescura del cuerpo y por supuesto la ilusión de empezar, nos hizo disfrutar de estos primeros kms sin más novedades que las risas, la charla y algunas fotos.
Llegamos al primer avituallamiento, donde sin hambre todavía, me obligué a comer algo…Cris, al igual que hizo en todas las paradas, se puso como un “tito” (tenía bien presentes los sabios consejos de Josep)…Pi, saludando a unos y otros, cada uno a lo suyo.
Realizamos algunos estiramientos…15min de parada en total y arreando, que nos quedaba mucha tralla.

Km13 al 24,8. De Borriols a la bassa de les Oronetes.

En este tramo fuimos disfrutando de la naturaleza, la compañía, de los 6kms de bajada que hicimos corriendo e incluso de los 4 siguientes de subida que hicimos andando…pues en mi opinión fue la etapa menos dura.
Esto no evitó que en las bajadas, ya tuviésemos que hacer uso del superlíquido de urgencias con el que cargaba. A Cris y a Pi les empezaba a doler una rodilla. A mí, un dedo del pie.
En el 2º avituallamiento aprovechamos para almorzar, recargar las camels, saludar a los alzireños y hacer la 1ª visita a la cruz roja.
A Pi ya le vendan la rodilla…la tiene inflamada. A Cris le ponen calmatel y yo me pongo una tirita en la primera ampolla que quiso acompañarme sin rechistar el resto del camino.

Km 25 al 35. De la bassa a les useres.

La rodilla de Pi ya iba haciendo estragos, aunque eso no evitó que fuesemos riendo con juegos entretenidos que de vez en cuando dejaban boquiabiertos a quienes adelantabamos o nos adelantaban. No corríamos prácticamente nada, por lo que lo más costoso resultó ser la llegada al precioso pueblo de les Useres, que abrazado por tanta verde y frondosa naturaleza, nos dejó embelesados.
En este avituallamiento la gente suele aprovechar para descansar más tiempo a la vez que para comer y recuperar fuerzas, así que al igual que ellos, fuimos en busca de la sombra para sentarnos y relajarnos tranquilamente…era alucinante el calor que hacía y triste averiguar cuanta gente aquí decidía abandonar.
La organización fue inmejorable, preocupándose en todo momento de que no nos faltase de nada (por nuestra condición de vegetarianas). Pi y Cris comieron bien, yo no tenía nada de hambre por culpa de una barrita de esas con cafeína que me puso unos nervios en el estómago que me bloquearon totalmente el paseíto boca-intestinos…
El médico observó la rodilla de Pi y ya en ese momento le aconsejó abandonar…era tema de ligamentos. Él pasó de todo y tras cambiarnos los calcetines y mojarnos la cabeza, seguimos hacia la siguiente parada.

Km 35 al 45. De les Useres a Sant Miquel.

El peor tramo de la carrera en cuanto a sensaciones sin lugar a dudas. Me encuentraba bien aunque los 5kms de ascenso mermaron muchísimo mis fuerzas…pero lo peor era ver sufrir a
Pi y además verle forzando de la manera que lo iba haciendo para poder continuar. Unido a esto una llamada de teléfono le informa de que un accidente doméstico ha llevado a su hijo pequeño al hospital. Llegamos a Sant Miquel, Cris y yo rellenamos las camels, cambiamos de nuevo de calcetines, nos untamos los pies de fungusol…mientras Pi localiza quien puede llevarle de vuelta a Castellón.
Duda, quiere seguir, quedarse…yo me pongo en plan cura y sermón…y le doy la charla. Finalmente abandona.

Km 45 al 55. De Sant Miquel a Xodos.

Seguimos las dos con cierta tristeza…se hace raro cuando te has acostumbrado a ser un grupo de 3 tras casi 9 horas por la montaña y en ese momento falta uno. Nos animamos mutuamente, tenemos 20kms muy duros por delante y una especial dedicatoria con la que cumplir.
El ascenso es tremendo hasta el km50, pero ver el cartel con este km, nos invade de tal energía, que como si acabásemos de empezar, salimos corriendo…
La sensación de esos momentos no la olvidaré nunca. Corríamos todo lo rápido que permitía el terreno, adelantábamos a gente sin parar, que se sorprendía de nuestro extraño subidón. Estábamos alucinantemente eufóricas.
La subida hasta este otro lindísimo pueblo (Xodos) es dura…pero encontrar público animándonos nos cargó sobremanera y continuamos tipo cabra montesa hasta llegar. Vimos una fuente en la que poder meter los pies y allí que nos metimos las 2. Qué relax!!!...Volvimos a rellenar las camels, comer otro poco y de nuevo para arriba.

Km 55 al 65,2. De Xodos al pla de la banyadera (Penyagolosa).

Dicen que estos últimos 10kms a pesar de ser los más duros, suelen ser los más llevaderos porque todo el que llega a Xodos, tiene claro que va a acabar. Para mi fueron casi una tortura. Llegar al punto más alto de la carrera se convirtió en todo un suplicio. Las piernas no subían ya…además empecé a sentir nauseas al pensar en el agua que llevaba en la camel…no podía beber más…y sabía que si lo hacía, acabaría vomitando.
Cris tenía las plantas de los pies doloridos, el equivocarse de zapas es lo que tiene…a mi en cambio eran los lumbares…que me pedían a gritos que abandonase esa autopista hacia el cielo por la que no cesábamos de subir y subir.
Empezamos por fin a pensar que nos falta poco..Cris se entristece al darse cuenta de que por mucha dedicatoria que hagamos, no va a poder contarle esta alucinante carrera a su padre, tal como lo hacía siempre.
Le digo que él está con nosotras y que es quien nos envía las pocas fuerzas que nos quedan.
El desvarío de tanta subida inacabable nos lleva incluso a pedirle ayuda: “bernardito, por dios, mándanos un poco de energía!!!”.
Yo ya empiezo a sentir el nudo en la garganta que me acompañará hasta la mismísima línea de meta…sin lugar a dudas y de alguna manera, es cierto...nos acompaña y las dos le sentimos muy cerca.
El paisaje para el ascenso a la banyadera es espectacular…unas pinadas de ensueño, sombras tan deseadas que incluso por momentos nos llevan a sentir frío.
Nos damos cuenta de que deja de dolernos todo al correr…así que nos ponemos a ello…y corremos y corremos con esos 60kms en las piernas que ya ni notamos.
Pasamos el último avituallamiento donde los gritos de ánimo son tan de agradecer que nos da pena no parar…pero quedan 3kms y no queremos hacerlo.
Llega el último descenso…seguimos corriendo…adelantando gente que casi se arrastra ya…
Nos sentimos libres, fuertes…tan capaces de hacer cualquier cosa que nos propongamos que ni notamos el dolor de las plantas de los pies.
Me río de Cris cuando la veo mosquearse al pasar cerca de 3 aplaudiendo que nos dicen que solo nos quedan 1,5km…
“esa tía no tiene ni puta idea!...si no deben quedar ni 500 metros!” dice ella.

Oímos y vemos ya el público en meta…y faltando aún unos 300m, nos cogemos de la mano. Empiezo a sentir tal ahogo al emocionarme, que no puedo evitar las lágrimas ya… “joder Cris…me muero de la emoción…no puedo aguantarme”…le digo.
“llora Syl si así lo sientes, que yo no puedo”…me dice.
Esa última curva, llena de gente animando, cuando casi parece que surges de la nada…aislada durante tantas horas del mundo, de las personas, de los tuyos, de lo que controlas y te protege siempre…es indescriptible.
Voy llorando desconsoladamente…Cris me aprieta la mano… “lo hemos conseguido, Syl…ya llegamos…somos unas campeonas”.

Cruzamos la meta…nos abrazamos con fuerza…y lloro...sintiéndome pequeña y grande a la vez…fuerte y débil…llena y vacía.
Nuestra carrera, la que vivimos juntas, fue dedicada al padre de Cris en especial, que falleció repentinamente el pasado 27 de marzo…a nuestro amigo Chiqui en particular y por las razones que ya sabéis, a Pi.

Mi carrera, la que viví en mi interior, fue dedicada a Cris…por nuestros 20 años siendo amigas, por los 13 o 14 como corredoras, por haber compartido tanta vida, por querer diluir de alguna manera la gran dureza y vuelco en su alegría del último mes y medio…y por supuesto y por encima de todo porque la quiero con toda mi alma.
“un impulso, un fuerte impulso…un impulso, las dos a una”. Te quiero mi niña.

Ps1: Como sabéis hubo muchos kms dedicados a todos vosotros, muchos pensamientos y recuerdos…por ello y porque formáis parte de lo que hago también, muchísimas gracias. Vuestro apoyo, como siempre, fue fundamental.

Ps2: Para los amantes de los tiempos, llegamos en 13h, de las cuales 1h30 fueron descansos…y 11h30 un paseo por esas bellísimas montañas…nada, le doy la razón a Pepo, una mariconada.

Resto de fotos:

http://es.pg.photos.yahoo.com/ph/sylvieficacion2/slideshow?.dir=/acb9re2&.src=ph