Y nos dieron las diez y las once...

las doce y la una y las dos y las tres…

Otra cena de caracolegos más…otro año más ha pasado…Cuando me paro a pensar que el próximo año hará 20 ya que somos amigos, siento una emoción tremenda.

Los organizadores de este año, Juan y Ana, nos reunieron esta vez en el restaurante “la casa azul”, precisamente aquella casa en la que pasamos tantas juergas, tantas horas de semi-estudio, tantos amores y tantas risas…cuando no llegábamos todavía ni a la mayoría de edad.
Anoche observaba impresionada como a pesar del rápido paso del tiempo, seguimos siendo los mismos…
La mayoría hemos cambiado físicamente…pero como personas, como amigos y como compañeros de miles de fatigas…seguimos siendo exactamente los mismos.

Esta cena de caracolegos cumplió ayer su décimo aniversario…Una vez al año volvemos a juntarnos los 38 amigos de siempre…y como no, conseguimos entre todos, sentir la magia de la amistad que siempre nos ha unido.

Repartieron el detalle de rigor (esta vez un periódico con toda la historia “caracolega” alucinante, donde hemos participado algunos con artículos, fotos y recuerdos)…y después se realizó el esperado sorteo en el que tuvimos el placer de conocer a los próximos organizadores (Jose y Alfonso, que se lo tendrán que currar mucho para superar a los de este año).

Me encanta esta cena…me encanta verles de nuevo…abrazarles y besarles…recordar con ellos nuestros años de instituto…nuestras locuras…hablar de nuestras vidas actuales…reir…disfrutar de esa pseudojuventud a la que volvemos estando juntos.

Es especial compartir todo junto a los 16 caracolegos que están en mi vida habitualmente…, pero esos 22 restantes, tendrán siempre un espacio muy importante en mi corazón, mientras viva.

Vivan los caracolegos, gritaba ayer Pedro tal y como lo ha hecho siempre...

Ese es mi mayor deseo…que vivan…y que lo hagan siempre así de unidos.
Os quiero mucho amigos.