Sábado sabadete!

Completito resultó el sábado con las mil y pico historias que quería hacer.

A las 10 de la mañana pasé a recoger los encargos pendientes para poder realizar la visita a las fiestas del pueblo de mi mami con toda la ilusión que el viajecito merecía. Llamarle viaje a 1h y pico de coche, tiene delito…pero más lo tenía el no haber vuelto por allí desde hacía casi 5 años.
Fiestas de San Blas en Jalance. Pueblo casi geográficamente manchego (por ello, castellano parlante desde siempre), cuyos bellos paisajes y agradables habitantes, lo han hecho siempre un lugar mágico para visitar.

Esta vez como principal motivación, estaba el llevar una placa y una foto de mi tita mercedes al cementerio adecuado. Adecuado, no porque el de Alzira no lo fuese, sino porque esa fue su última voluntad, que por motivos que no vienen al caso, no fue cumplida.

A parte de sentirnos felices por dejar un poco de su alma junto a sus antepasados, aprovechamos para saludar a las miles de primas con las que todavía cuenta por allí mi mami.

Y a los saludos, le siguieron las entrañables tradiciones festeras…las jalancinas con los pasacalles (yo lo fui de pequeña, que viví en este pueblo 6 meses cuando contaba con 10 años), la recogida de bolsitas con roscón dulce bendecido (que según ellos evita los males de garganta para todo el invierno; como decía mi sobri…”tia, este pan es mágico”) y la comilona de todo el pueblo unido frente a un paellón de tamaño gigante (cada día con un menú distinto, el sábado, gazpacho manchego).


Tras reposar la zampada (casi exploto entre pasteles y bollos caseros), arreamos a la carrera restaurada de la joya (en el pueblo de Requena), que fue aplazada la semana anterior, por la abundante nieve.

Esta vez nieve no había, pero con el frío que suele rascar allí y siendo la carrera nocturna, no veáis…aún sigo sin comprender como aquí los mendas, Javi y Rafa podían ir en tirantes…

Nunca había estado en esta carrera y la verdad es que me sorprendió muy gratamente. A las 19.15, carrera de perros acompañados por sus dueños…con categorías de patas cortas y patas largas (lo que me pude reir!)…A las 19.40, carrera de niños con todas las categorías posibles ahí al montón (como corren algunos nanos, la virgen!)…y las 20h los adultos (y yo).
8,865 kms de subidas y bajadas al querer…con un “rascayú” del copón (una hora antes me metí en un bar a tomarme un cola-cao ardiendo para ver si entraba en calor…yo, que no tomo nunca leche de vaca…acojonaba iba luego por si me sentaba mal, de hecho tuve flato durante 1km y me fui acordando de Anita y sus consejos).

Antes de dar la salida, conocí a JoseUtiel, cuya primera reacción al girarse y verme junto a Rafa fue…”tú eres la monjita?” (hay que joderse con el anonimato!). También saludé por allí a Joseval que iba como los demás, haciéndose el chulito con las piernas al aire.

Requena es un pueblo muy famoso por sus vinos y sus embutidos (osease, que no es mi lugar ideal para vivir), por lo que lo más gracioso de todo fue que junto a la camiseta regalaran una bolsita con una longaniza, un chorizo y una morcilla…
Allí había una hoguera iniciada con unos bonitos fuegos al dar comienzo la carrera de perros…donde tras correr, ponía todo dios las viandas a calentar junto a unas patatas a lo pobre con alioli que daban a todos los corredores.

La carrera, a pesar de las largas subidas de “mecagoensupadre”…me gustó. Muchísima gente animando (a pesar del fretorro…están acostumbraos por lo visto) y muchos niños a los que chocar las manos.

Fui con una chica casi todo el tiempo y no sé si debimos ser las más piropeadas del lugar…pero casi, seguro (sería por ella, que era bien maja)…de guapas, tías buenas y bonitas no nos sacaron…pero a mi, el piropo que más me gustó y con el que me quedaré para un largo periodo de tiempo, fue el de un niño cuando aún iba sola: “señorita, corre, que le ganas a aquella mujer” (hacía tiempo que no era considerada mujer y me dejaban en señorita…esto de la veteranía, se ve que me rejuvenece).

Anexo:

Por cierto...ya que estoy y aquí puedo dejar públicamente mis deseos de última hora por escrito(porsiaca)...os diré que si me muero, quiero que me incineren y esparzan mis cenizas por mis montañas queridas de La Murta. Si puede ser y quienes las lleven no son muy vagos, desde lo alto de la creu del cardenal.